martes, 23 de septiembre de 2014

Cuando dejamos pasar el tren...

A veces la vida no está alineada con nosotros, o sí, pero no lo comprendemos y pensamos que no.
Nos pone situaciones o personas por delante que quizás en ese momento no seamos capaces de aceptar, apreciar, saber llevar o simplemente no prestamos la suficiente atención a lo que nos está pasando alrededor y ni las vemos.
Oras veces, cuando somos conscientes y decidimos posponer ese momento, estamos con ello dándonos y dándole otra oportunidad al destino, sabiendo de sobra que quizás ese tren, como suele decirse solo pase una vez... pero tomamos esa decisión, y creo, bajo mi humilde opinión y mi experiencia, que es lo más correcto que se puede hacer. Basándome en lo hablado en mi anterior post, las personas cambiamos, estamos en continuo movimiento, y cuando volvamos a reencontrarnos con esa persona o situación, seguro que no somos los mismos. Ya sea esa espera de una semana, de unos años, de unos meses e incluso de un solo día. Es lo correcto conforme a nuestros sentimientos, y es algo a lo que siempre debemos escuchar y estar atentos, porque es lo que nos mueve por dentro y por fuera... mi eterna palabra que adoro... impulsos. Movernos por impulsos. Sentir con impulsos.
Hacer que nuestra vida sea, no impulsiva, siempre meditada, pero que el corazón, qué es el que nos impulsa, nos mueva en todo momento.
Nuevas oportunidades, nuevos reencuentros, nuevas primeras tomas de contacto, nuevas formas de conocer... todo nuevo, partiendo de una nueva base, que somos nosotros mismos en ese nuevo momento. Y... ¿Quién sabe a donde nos puede llevar?



No hay comentarios:

Publicar un comentario