De repente un día te das cuenta que has dejado pasar seis años sin escribir, sin hacer caso a una de las pasiones que te ha acompañado durante los restantes treinta y tres años de tu vida.
¿Qué ha ocurrido? ¿Porqué este repentino abandono? ¿He cambiado? ¿Han cambiado mis gustos? ¿Me he cansado de ciertas cosas? ¿He perdido mi ilusión, mis musas, mi inspiración...aquello que me hacia escribir cada sentimiento o pensamiento?
Quizás a veces si, otras ha sido la falta de tiempo, otras mi dejadez, la desidia de otras ocasiones, la falta de motivación, uno por uno, otro por otro y la casa sin barrer, como suele decirse.
Y aquí estoy de nuevo, hoy, porque sí, un diez de agosto lluvioso y caluroso, volviendo a darle forma a mis pensamientos.
Volveré, en estos días, con un pequeño fragmento de "La hora de las gaviotas".
