miércoles, 12 de febrero de 2014

Dueños de mis riendas, dueños de las tuyas

¿Qué se hace cuando sientes que has perdido la fe en todo?
¿Cuándo la esperanza se desvanece como el humo de una taza de tila doble para calmar tus nervios?
¿Cuándo la confianza en una persona, en varias, en ti, en el mundo, en el amor...en todo en general desaparece?
¿Qué se hace cuando quieres hacer algo por cambiar las cosas pero descubres que nada está en tus manos? Que creías que tenías el control, que tenías las riendas de tu vida, y resulta que sin saber cómo las dejaste en mano de otra persona.
¿Cómo haces para recuperar ese control que te pertenece?
¿Qué haces para no sentir que has perdido tu vida? Para no sentir que vives en un escenario que no es el tuyo y que no te gusta el papel asignado.
¿Somos realmente marionetas de nosotros mismos incluso?
¿Dejamos nuestra felicidad en manos ajenas que no saben como utilizarla?
¿Somos realmente conscientes del daño que podemos hacer y el daño que nos hacemos a nosotros mismos no siendo dueños de nuestras vida?
¿Queremos sinceramente que nuestra felicidad y futuro dependa de una persona que no sabe si quiera que hacer con su vida a veces?
¿Cuándo entregamos esas riendas tenemos el derecho a reclamarlas?
¿Las cedemos? ¿Las regalamos? ¿Las prestamos? ¿Nos las roban a veces sin darnos cuenta?
¿Queremos realmente recuperarlas? ¿O solo en determinados momentos, cuando nos interesa?
¿Somos nosotros a su vez ladrones de riendas? ¿Somos culpables de ese "hurto" o nos la cedieron en algún momento?
¿Somos culpables de entregarlas o robarlas, o inocentes de robarlas o entregarlas?
No hay más preguntas.
Sólo una respuesta.
Y respondo a la gallega... ¿Quieres responder tú?
 
 
Adoro ésta canción de Bunbury...
 hay que saber cuando soltar las riendas de otra persona...
 para salvarla
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario